Perder alguna de tus batallas, o más de una. Aprender por las que sí vale la pena luchar o intentarlo al menos. Porque a veces se ha de perder primero para vencer después. Porque empezar perdiendo motiva a apostar más fuerte, a ser mejor, a dar todavía más. Porque sentir que podemos perder nos mueve a actuar, a cambiar de estrategia, a buscar nuevas.. a crear. Porque perder te cambia. Y el cambio es ley de vida.
No puedo seguir viendo lo injusto que está siendo todo y la rabia que me da el ver como la gente es capaz de mentir tanto y juntarse por mero interés.
Paro. Desconecto.
Busco el momento en el que esto se acabe y deje de importarme. No sabría expresar en qué momento me encuentro ahora mismo. Sé que no del todo bien, por no decirte mal con todas sus letras.
Sabes que soy una persona impaciente, y no puedo estar esperando por esperar. Necesito hacer algo. Pero algo que valga la pena.
¿Qué vale la pena Alice?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario