Aquel día tuve que entender que ya no volvería a abrazarte,
que los besos que te di ya no se multiplicarían. Que ya no podría ira visitarte
ni oírte chillar de alegría. 
Me tocó saber que no volvería a verte más sentado en tu sillón de siempre, ni
iría agarrada de tu mano a cualquier lugar. Tuve que aprender a escribirte todo
lo que no podía decirte. Y a mirar a la primera estrella, en el centro, todas
las veces que quería tocarte. Supe que ya no volverías, que te habías ido, que
los recuerdos serían lo único que me quedaría. 
Que ya nada volvería a ser como
antes. Y entonces descubrí que jamás aprendería a despedirme, pero sí a echar
de menos. 
Hoy hace dos meses que te fuiste. Hace dos meses que aquí
abajo todo dejó de ser como era antes. 
Todo me recuerda a ti.
Te echo de menos. 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario