9 de noviembre de 2013

Extranjera en ti

Echarte de menos es muy de otoños, pero no me basta una sola estación para quererte.
Que no es la primavera lo que me altera la sangre, si no tus besos.
Y en verano no quiero otro calor que no sea el de tu cuerpo.
Y te recuerdo que el señor inverno espera tener noticias tuyas que, según él, para mí todo es más frío si no estás a mi lado.

Feliz pero vacía, como si supieras que ese sentimiento que tanto anhelas está ahí, y aún así no puedes alcanzarlo. Lo notas, sientes su fuerza, pero necesitas de algo que le haga mostrarse. Pero no lo encuentras. Buscas y buscas sin éxito, pero no hay señales de su existencia. 
Y entonces, derrotada decides quedarte quieta, pensando que tal vez, si esperas lo suficiente algún día eso que deseas con tanta rabia aparezca.
Pero pasa el tiempo y no sucede. Caen las hojas de los árboles y con ellas todas y cada una de tus ilusiones.Y al final, cuando crees que todo está perdido, decides levantar cerrar los ojos, respirar hondo y despedirte de todo... y entonces lo ves. Descubres que está ahí, de que siempre estuvo ahí. Y es que buscaste en todas partes, menos en tu interior. Y solo hizo falta una ver para darte cuenta de que lo único que te hacía faltar para verlo era creer en ti.

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