10 de diciembre de 2011

Sí,  ella necesita su sonrisa para continuar.  Lo más irónico es que creía que no podía caer en el juego y mírala ahora. todo vuelve a ser como antes. Atada de pies y manos, en este laberinto que empieza maravilloso, y termina con el corazón deshecho, de nuevo.


No puedo depender de una sonrisa. No por favor, ahora no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario