Al fin y al cabo, siempre he creído que el dormir es como viajar al futuro. Mucha gente cree que jamás viajaremos al futuro, pero yo creo que lo hacemos cada noche.
Duermes y cuando despiertas han pasado cosas increíbles.
Yo también sentía algo extraño hacia él. Aquella confianza que no debe surgir entre desconocidos pero que a veces existe y es más intensa que la que sientes por alguien que forma parte de tu entorno desde hace más de tres años.
Ella creía que cada día debía uno ganarse la confianza de la otra persona. Exigir al otro o a la otra que te gane, que te sorprenda y que tú debas mostrarle lo mismo.
Nunca se sabe que encontrará, uno tras una puerta.
Quizá en eso consiste la vida: en girar pomos.
Ser diferente depende tan sólo de cuántos estén en tu bando.
Al despertar quiero descubrirte a mi lado durante mucho tiempo. No quiero perderme esa imagen de verte volver a la vida cada día.
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