Como siempre, otra vez, tengo tantos sentimientos, tengo tantas cosas que expresar, pero de verdad, no tengo palabras, no sé como sacar todo y plasmarlo de una vez aquí, contigo.
Adoro las hojas marrones que hay caídas al lado del parque de la vega, hay tantas, que llenaría una bolsa de basura y simplemente las tendría,ahí,guardadas, para mi.
Hoy ha echo un día horroroso, pero bonito. Mucho frío, como ami me gusta, como le gusta a Alice. Lunes, entrenamiento. Estaba él, haciendo su trabajo, normal, le encanta. Fue entretenido, no había venido mucha gente la verdad, estuvo bien.
No soporto esta angustia. -Creo que exageras.- ¿Que exagero?,te crees que no tengo motivos para angustiarme?,¿para sentirme tan mangoneada?. -Deberías ignorar por completo el tema. - Lo intento, desde que abro los ojos hasta que los cierro, lo intento.
Doy consejos, no paro de ayudarlas a superar pequeños baches de la "adolescencia" pero no me paro a pensar en mi, a aplicarme esos mismos consejos que les doy a ellas. Me falta fuerza, la he perdido, aunque mi entrenador piense lo contrario. Noto distanciamiento, es muy pequeño, entiendo que mi mejor amiga este viviendo una etapa perfecta,maravillosa, que ojala mi otra mejor amiga y yo la viviéramos, a pesar de todo las quiero, son pilares muy fundamentales en mi vida.
Los haría desaparecer a todos, quizás le dejaría a él. Al que a menudo se va de viaje, y vuelve, ahora está conmigo, le quiero, demasiado diría yo. Me quiere, más que yo a él. No es un amor platónicos, ni un amor de ensueño, no, quítate esa idea de la cabeza.
Daría mucho por un simple copo de nieve en la laguna.
A pesar de todo, te quiero, a los dos de verdad, a los que he tenido cerca y a los que han entrelazado mis dedos con los suyos, al que me ha mirado tan fijamente y me ha echo temblar las piernas, sí, es a ti.
Dulce color del mar.